miércoles, 30 de enero de 2019

DÍA DE LA PAZ

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https://elrincondeaprenderblog.wordpress.com/2016/01/25/actividades-para-el-dia-de-la-paz/


https://es.slideshare.net/paupal/77-las-frases-de-gandhi



http://damaso.lectura.over-blog.com/pages/Dia_de_la_Paz_Lecturas_para_pensar-238130.html


Tenéis que oírme
Pablo Neruda
Yo fui cantando errante,
entre las uvas
de Europa
y bajo el viento,
bajo el viento en el Asia.
Lo mejor de las vidas
y la vida,
la dulzura terrestre,
la paz pura,
fui recogiendo, errante,
recogiendo.
Lo mejor de una tierra
y otra tierra
yo levanté en mi boca
con mi canto:
la libertad del viento,
la paz entre las uvas.
Parecían los hombres
enemigos,
pero la misma noche
los cubría
y era una sola claridad
la que los despertaba:
la claridad del mundo.
Yo entré en las casas cuando
comían en la mesa,
venían de las fábricas,
reían o lloraban.
Todos eran iguales.
Todos tenían ojos
hacia la luz, buscaban
los caminos.
Todos tenían boca,
cantaban
hacia la primavera.
Todos.
Por eso
yo busqué entre las uvas
y el viento
lo mejor de los hombres.
Ahora tenéis que oírme.
 
Guerra ante mis ojos
Elvira Font
Imágenes descoloridas
hiriendo los ojos.
Son escombros de bombardeos.
Estampas de lluvia silenciosa,
ríos de gente buscan la meta.
Historias carcomidas,
mercado negro.
Mundo de noche,
 
duermen con los pies enlazados,
estos hombres castigados.
Lunas tras sus ventanas rotas.
Muerte vivida y sentida,
gritos apagados, melodías oscuras.
Serbia lejana
próxima y maltratada.
 
La muerte del niño herido
ANTONIO MACHADO
(Poesías de la guerra)
Otra vez es la noche ... Es el martillo
de la fiebre en las sienes bien vendadas
del niño. -Madre, ¡el pájaro amarillo!
¡Las mariposas negras y moradas!
-Duerme, hijo mío. Y la manita oprime
la madre junto al lecho. -¡Oh, flor de fuego!
¿Quién ha de helarte, flor de sangre, dime?
Hay en la pobre alcoba olor de espliego:
fuera la oronda luna que blanquea
cúpula y torre a la ciudad sombría.
Invisible avión moscardonea.
-¿Duermes, oh dulce flor de sangre mía?
El cristal del balcón repiquetea.
-¡Oh, fría, fría, fría, fría, fría!
 
Que se callen los cañones
Lupércio Mundim
Que se callen los cañones,
que dispensen los soldados,
porque las batallas son ilusiones
que sólo producen derrotados.
Que la paz siempre predomine
sobre la guerra y la violencia,
que el hombre nunca olvide
donde lleva su impertinencia.
Que los niños puedan jugar
con sus alegrías en sintonía,
que los adultos puedan brindar
a un futuro pleno de armonía.
Que las armas sean destruidas
porque sólo causan muerte y sufrimiento,
que nuevas alianzas sean tejidas
porque de la extinción no hay arrepentimiento.

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